Amigos y Amigas de Jesus. La fe debe ser firme

Somos o no de Cristo?

Los cristianos o sea los que creemos en Cristo y que lo tomamos como centro de nuestras vidas, tenemos que estar en una excelente condición mental “para la contienda”, o sea el diario vivir en comunión con el Señor; el entrenamiento para esa excelente condición mental se hace con un escudo y arma a la vez: La fe, que defiende de agresiones a nuestra fortaleza espiritual  

Pablo nos refiere que debemos tener fe, que la Gracia del Señor viene por ese medio, que esa fe nos hará prosperar, crecer y fortalecernos dándonos un sentido a nuestra vida. 

La fórmula

Cuando usted reconoce, en su intimidad, que su corazón esta firme en El, cuando menciona, verdaderamente “convercido“ (convertido y convencido) que “todo lo puedo en Cristo que me fortalece” Filip. 4:12-13, significa entonces que esta ante una fe inclaudicable, firme como roca con Él. Este mensaje dentro de su vida puede enfrentarse a cualquier experiencia y le sostendrá, aunque todo vaya en su contra o navegue contra corriente, como los apóstoles y la tempestad con el Señor durmiendo placidamente en la misma embarcación. La vida no volverá a sorprenderle jamás. Será entonces cuando aprenderá a entregar todo al Señor, sin importar si comprende las circunstancias o no. Pondrá en sus benditas manos (ESBM), todo lo que haga, y ésta debe ser la seguridad de que su estabilidad espiritual está depositada en que lo que esta haciendo va en la dirección correcta. Es así que cuando le suceden cosas dolorosas, inesperadas , preguntarse: por qué? se convierte, entonces en: ¿Qué importancia tiene? Dios no tiene porque decirnos por qué hace las cosas de una u otra manera, solamente suéltese, y deje que Dios sea Dios: Esta es la fórmula en donde se encuentra el secreto “de la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento”.Filip. 4, 4-7

Conversando con Jesús

Por favor por un momento, deje de hacer lo que esta haciendo y lea: 

Imagine a Jesús a su lado. Al hacer esto esta poniendo su imaginacion al servicio de su fe. Jesús no está aqui de la forma que se lo imagina, pero ciertamente esta acá y su imaginación le ayuda a hacerle consciente de ello. Ahora, háblele a Jesús, si no hay nadie,  háblele con voz suave y escuche como le responde imagine que le dice. Esta es la diferencia entre pensar y orar. Cuando pensamos, generalmente hablamos con nosotros mismos. Cuando oramos hablamos con Dios.           

Que el Señor este con ustedes siempre.

Nelson Angulo